30.5.08

¡Hostia!

Advertencia: Este post pretende ser iconoclasta e irreverente, pero no ofender a nadie. Católicos susceptibles, absténganse de seguir leyendo. No se admiten reclamaciones.

La situación es como sigue: en la comunión del niño de una amiga, te enseñan una especie de recordatorio con la foto de la catequista y todos sus catecúmenos, con frases escogidas del evangelio y una estética moderna e infantil. Más bonito...

El problema de invitar a determinada gentuza -como un servidor- a ese tipo de celebraciones es que van y se fijan en determinadas cosas.

¡¡ Pero bueno... !! ¡¿Qué le pasa a ese Jesús?!

(¿Será éste el famoso Jesús del Gran Poder?)

Se lo hice notar a la familia, y la cosa fue ya preocupante al leer la frase del encabezado:¿Qué les enseñan a estos niños en la catequesis? ¿Eh?

(Todo esto, entre la hilaridad general, quede claro.)

26.5.08

Gramos

Esta semana estoy en Madrid en un curso, y vivo con mi sobrino. Esta tarde fui a hacer la compra para reanimar su frigorífico de estudiante.

El centro comercial, como todos los de los barrios de las grandes ciudades. Cuando iba a entrar en el supermercado, algo cayó del techo delante de mí, junto a unas personas que entraban o salían. Era un pájaro, aparentemente muerto. La gente lo miró, comentó algo y allí lo dejaron. Me acerqué con la idea de, al menos, echarlo en una papelera para que nadie lo pisara. Cuando lo cogí me pareció que aún estaba vivo. Un hombre me dijo:

- Debe de ser de esos pequeños que aún no vuelan bien.
- No, mire usted que el pico no es amarillo por los lados -le expliqué.

Miré hacia arriba y vi el techo de cristal, la trampa de la que no había sido capaz de escapar, que le había agotado hasta hacerle caer de angustia o agotamiento. Noté la vibración acelerada del corazón, observé que respiraba, con los ojos entreabiertos, la cola arqueada hacia arriba y las pequeñas garras apretadas. Pensé que aún estaba vivo, que era presa de un síncope.

Lo envolví con mis manos y salí a la calle, buscando un sitio que no estuviera cubierto. Encontré un rincón junto a una barandilla, sobre un pequeño jardín. ¿Cuánto pesa un gorrión? ¿Diez, veinte gramos? Es sorprendente. Poco a poco fue abriendo los ojos, perdiendo rigidez. Lo moví y se quedó apoyado sobre el vientre, con las patas ya relajadas, comenzó a mirar a su alrededor. Esperé. Lo moví otra vez y repentinamente salió volando y se perdió en un pequeño arbusto. Casi no vi cómo se iba, no noté la falta de su peso en la mano.

No quiero extraer ningún significado a esta pequeña historia. Fue un momento precioso, sin más. Quería contarlo.

25.5.08

Mucho orgullo

Advertencia: esta es una entrada obsesivamente friki. Si el tema no te interesa, te invito a volver otro día. Y mientras tanto, que la fuerza te acompañe.

Hoy es el día, y lo conmemoramos. Pasen y vean.

¿De aquí viene lo de su graciosa majestad?





Si bebes, no conduzcas. Ni lejos ni cerca ni en ningún lao...





Un ratito de karaoke.





"- ¿Qué ocurre, general?"
"- La flota ha salido del hiperespacio y Comscan ha detectado un campo de energía…"
Mira tío, para traer esas noticias...





"- Déjame verte con mis propios ojos, al menos por una vez".
Y el resto…





"Todos los sospechosos son culpables y punto. De otra forma no serían sospechosos, ¿o no?"
Un clásico de los reality shows.





Si has llegado hasta aquí, te tragas lo que te echen, aunque no tenga nada que ver. Así que... ¡Bola extra!
"¡Tienes mi espada! ¡Y mi hacha!"

20.5.08

Física (y química)

Dice Pau que no sabe escribir comentarios, porque le salen enormes. Me pasa igual, y de hecho este post es un comentario a otro -que os aconsejo leer antes- de mi muy admirada Mercè Molist.

Durante años, de modo periódico, me maltrataba una enfermedad que nadie sabía de dónde venía, ni qué podía causar aquellos síntomas. Bromeando, decía a mi mujer que notaba que me iba a venir la regla, porque solía atacarme aproximadamente cada mes. Me hicieron decenas de pruebas que no arrojaban resultado alguno. Me sometí a tratamientos muy desagradables y tuve que soportar la elocuente mirada de algunos grandes especialistas, que por educación no se atrevían a llamarme lo que pensaban de mí. Pero los dolores eran físicos y reales, muy reales. Tanto, que una médico (que fue quien únicamente se acercó al problema) con la que hablaba en una ocasión me llegó a decir que le resultaba llamativo lo bien que conocía y describía mi dolor.

Hasta que fui descubriendo una cierta pauta entre lo que me pasaba en mi día a día, las crisis y su intensidad. No fue sencillo descubrirlo, porque los dolores no desaparecían cuando esas causas externas no existían. Y no es sencillo describirlo, pero determinadas situaciones, cuando se acumulaban, desembocaban en un achuchón mayor de lo normal. Y además, había determinadas maneras de enfocar según qué cosas que me hacían daño o me agotaban; pero en lugar de lidiar con ellas, las dejaba en segundo plano y las ignoraba. Cuando había acumulado suficiente de ello, mi cuerpo me lo decía, y de qué modo.

Años después, aún tengo alguna pequeña crisis, nada comparado con aquello. Habrá quien me lo discuta -y no se lo discutiré yo-, pero tengo claro que nuestro organismo se ve influido por nuestra mente de modos que a nuestros médicos se les escapan, y que somos bastante más cosas que células y fluídos. Y que es importante saber que los pensamientos se solidifican, pesan y se vuelven físicos, aunque los únicos que podamos notar ese peso y sus efectos seamos nosotros mismos.

12.5.08

Hello, President

No sé yo de dónde saca este hombre esa mala fama que tiene. Para empezar, se puso al teléfono inmediatamente. Como mi inglés no es muy bueno, a veces me costaba descifrar su acento tejano, pero la cosa fue más o menos como la describo:

Cómo no, lo primero que hice fue felicitarle por la boda de su hija, y preguntarle cómo había ido todo. Espectacular, me resumió. Seguimos hablando de pequeñas banalidades, intercambiando cortesías antes de entrar en el tema. Cuando le expuse el motivo de mi llamada, sentí que me dedicaba todo su interés.

¿Un qué? ¿Donde? ¿Cuántos muertos? Caramba, menos mal que como son todos iguales, no se notará mucho, je, je... Vale, vale, era sólo una broma, hombre... Por supuesto que estamos para ayudar donde haga falta... Sí, me dicen que ya hemos mandado algo para allá... Una dictadura, entiendo... ¿Veinte años, dices?... Pues sí que aguantan... Seguro que son comunistas o así... ¿Ah, que no?... ¿Ah, que ni fu ni fa? ¿Pero entonces son de los buenos o de los malos?... Sí, por supuesto que la democracia y la libertad y todo eso, claro... ¿INVADIRLES?... ¡OYE, QUÉ BUENA IDEA!... Sí, andamos un poco liados de momento, pero ya sabes que siempre estamos dispuestos a defender la causa de la libertad... Y seguro que son musulmanes y tienen terroristas y todo eso, ¿no?... Ah, budistas... No, no importa, no... ¿En Asia, dices que está? A ver, que apunto... Llegando a la India, un poco a la derecha, vale... Sí, la verdad es que nos coge un poco lejos, y al precio que está la gasolina... Sigue, sigue... Vale, y una cosita... Hmmm... Estooooo... Me preguntaba... Petróleo o asi, ¿tienen?... ¿Ah, que poco?... No, no, claro que no importa, claro... Vaya, pues no sé... La verdad es que... Bueno, pues ya veremos qué se puede hacer, sí... Me parece que me llaman por la otra línea... Me das un toque otro día, si eso...

Lo que os digo, un encanto. Aunque al final tuve la sensación así como de que ese interés lo había perdido de repente...