26.6.07

Publicidad recursiva

Si tienes que ir a diseñar, redactar, maquetar o supervisar una campaña que luego se repartirá entre miles de chavales de instituto, es conveniente que:
  1. Hayas estudiado, como mínimo, hasta terminar la ESO; y por tanto tengas aprobada la asignatura de Lengua.
  2. No consumas sustancias estupefacientes durante un lapso razonable, antes de entrar al trabajo.
  3. Si eres el político o funcionario responsable de la campaña, lee con atención los puntos 1 y 2.
Que luego pasa lo que pasa:

5.6.07

La tristeza del cristal

Nos conocimos hace años, muchos años, y desde entonces intentamos ser amigos. Cuando ambos esperábamos que la vida sería algo tan maravilloso como nos mereciéramos. A ella la desengañaron enseguida, yo tardé algo más.

Nuestra relación ha sido la del visitante y los peces en un acuario. A veces uno de los lados llama la atención del otro, incluso despierta el interés o el intento de comunicarse. Pero en medio, siempre el cristal.

Cuando un humano se sumerge en el agua sus movimientos se vuelven torpes, su visión borrosa. Si un pez se sumerge en el aire es incapaz de sostenerse, por más que busque la ingravidez que el agua le proporciona. Cualquiera de los dos tiene los minutos contados, más allá de la superficie, hacia un lado u otro. Es incapaz de respirar, pero también lo sería de mantener su temperatura o su piel en buen estado si sobreviviese el tiempo suficiente sin oxígeno.


Así estamos. Ambos creemos saber cuánto nos quiere el otro, cuánto nos necesita. Pero cuando cualquiera de los dos ha intentado estar más cerca del otro, establecer una auténtica comunicación, ha sido un desastre. Hemos sido incapaces de salvar las diferencias entre nuestros mundos, tan distintos. Con los años, uno se vuelve más acuático y el otro más terrestre. A veces, un chapoteo en la superficie o una visión -distorsionada, siempre- a través del vidrio nos recuerda la existencia del otro, nos hace añorar su cercanía.

Es vital para ambos recordar que la importancia del cristal no radica en ser una barrera que separa, sino algo que sujeta cada parte del mundo en su lugar. Si faltase, alguien moriría ahogado.

4.6.07

Dinamarca

Me gusta el cine. Mucho. Me gustan todo tipo de pelis, y lo mismo me trago una peli de autor como una megahiperproducción americana llena de extras. Todo me gusta, si está bien hecho. Me gustan las pelis que me conmueven y las que me entretienen, las que me divierten y las que me hacen pensar.

El otro día fuimos La Gorda y yo al vidrioclús a buscar una para el domingo por la noche. A punto estuvimos de coger Kamchatka, pero al final nos decidimos por algo suave, "una comedia romántica", que decía en la carátula: Italiano para principiantes.

Bueno, pues todo depende de los conceptos que uno tenga, o de lo que uno espere de una película. De lo que entienda por romántico, pero sobre todo de lo que entienda por comedia. La verdad es que nos reímos bastante, pero buscando dónde estaba lo cómico. Y bueno, sí. Al final lo ves, más o menos. Para quien no la haya visto, es como si a Lars Von Trier le llegase el productor cuando tiene una peli casi acabada (el director no es él, pero para el caso es lo mismo):
Productor: ¡Pero tío, tú estás cada día peor!

Lars von Trier: ¿Ein?

P: Vamos a ver, machote. Romantica quiere decir que tiene que haber cosas bonitas, gente que se enamora, algún polvete incluso.

LvT: Sí, eso es según los viejos conceptos de...

P: Te callas, tontoelhaba, que aún no he terminado. Comedia, co-me-dia, quiere decir que alguna persona normal -y eso os excluye a tí, al resto de los colgaos del Dogma y a Tarantino- se pueda reir con las cosas que ve en la peli. Frases ingeniosas, diálogos con chispa. Cuando a alguien le pasan cosas chungas, la mayor parte de la gente no se ríe. ¿Comprendes?

LvT: Ya, pero es que la idea era que...

P: Que te calles, chaval. Ahora mismo me estás arreglando el guión y alegrándole el cuerpo al personal, en algún sitio que esté a mas de cinco grados bajo cero, y con algún mueble que no sea de mercadillo o de Ikea.

LvT: No puedo, porque...

P: Ni leches. O te pones ahora mismo o las próximas cinco pelis las vas a rodar con efectos especiales por un tubo, y todo el rato con steadycam. Tú mismo.

LvT: No, no, por favor... Ehhhhh... mmm... ¿Venecia, te vale?
Que no es que no me gustase la película, no. Pero es que ya podían haber puesto otra frasecita en la carátula, digo yo. Y que probablemente los daneses y yo somos bastante distintos.

Para continuar, uno de los últimos libros que he leído es "La señorita Smila y su especial percepción de la nieve". Magnífico y durísimo, con una protagonista que es como un sorbete: dulce y helada. Con un final que decepciona un tanto, pero sólo porque es imposible que esté a la altura del personaje.

Están locos, estos daneses.

Menos mal que siempre nos quedarán las galletas de mantequilla.