19.1.11

No entiendo nada

No diré que hablo, pero sí chapurreo francés, inglés y portugués, y además (medio) entiendo el catalán. En mis viajes por lo largo y ancho de este mundo, cuando tenía que hablar con alguien cuya lengua materna no coincidía con la mía (porque a veces la del fulano era por ejemplo el ruso o el holandés), de un modo espontáneamente consensuado buscábamos una en la que nos pudiéramos entender. Sin más, sin problemas, nunca. A veces incluso, yo hablaba en castellano (español o román paladino) y el otro lo hacía en su lengua (generalmente portugués o catalán), conscientes ambos de que cada uno usaba la que le resultaba más cómoda, y habiendo comprobado ya que el otro le entendía perfectamente. Si, por ejemplo, estábamos hablando en español y el otro no me entendía algo, yo intentaba decir esa palabra o esa expresión en su lengua. Y lo mismo cuando hablábamos en otro idioma y era yo el que me perdía.

Hubiera sido imposible que nos hubiéramos comunicado si cada uno nos hubiéramos empeñado en hablar nuestro propio idioma, a despecho de que el otro lo entendiera o no. Es cierto que nos hubiéramos reafirmado en lo nuestro, en nuestra cultura y nuestra nación. Pero de un modo natural y educado buscábamos un punto común, lo cual parece lógico y económico.

Lo siento, pero hoy tengo una razón más para pensar que esa gentuza no es el tercer problema del país, sino el primero.