31.10.07

La secta

Sus acólitos no se distinguen, en apariencia, de cualquiera que pasee por la calle.

Sin embargo, estos fines de semana se están reuniendo por millares. Colapsan las carreteras por las que se dirigen a su destino, los hoteles de la ciudad a duras penas pueden ofrecer alguna habitación libre.

Charlan en un lenguaje críptico para los no iniciados. Se cuentan sus esperanzas, de qué modo se han preparado, a veces durante años, para ese momento.

Puntualmente empieza la ceremonia: se organizan alrededor de los locales donde han sido convocados, y mientras un oficiante les reclama por su nombre, otros esperan de modo paciente -casi borreguil- el momento de ser llamados.

(aquí, un paréntesis: sólo ellos pueden saber lo que ocurre allí dentro)

Al salir, con la mirada ligeramente perdida y los ojos tenuemente brillantes, intercambian experiencias, cuentan a quien les esperaba fuera.

Algunos parten, otros esperan que sea el momento en que se juzgarán a si mismos, si estarán a un paso menos de entrar en ese cielo que ansían.

Uno de los celebrantes aparece como un nuevo Moisés, con las tablas por las que cada uno de ellos podrá juzgar sus aciertos, omisiones y pecados, sabiendo que por cada uno de éstos deberá pagar, tal vez muy duramente.

Para la mayoría, todo habrá terminado, tal vez para siempre, tal vez por años. Los más afortunados aún habrán de pasar nuevas pruebas para formar parte de los elegidos.

Y uno mismo no es en absoluto ajeno a todo ello.

3 comentarios:

Arcángel Mirón dijo...

Debe haber pocas cosas tan frustrantes como buscar trabajo y no encontrar. Ir a entrevistas y que no te tomen.
Duele.

Anónimo dijo...

El gran gurú de algunos aspirantes a miembros sufre más que ellos mismos, sus capacidades se miden por los conocimientos de los pupilos. Terrible destino cuando tu honor está en las manos de los imberbes. Suerte y que la fuerza está contigo

Paqui dijo...

Veo que no tienes tiempo para actualizar el blog, entro de vez en cuando pero sigue lo mismo.
A ver cuando te pones manos a la obra y lo actualizas.
Un besazo