Los buenos propósitos, el deseo de renovación, los planes de futuro, los mensajes del móvil, la exaltación de los sentimientos familiares, la dulce embriaguez del cava, los regalos deseados u obligados. Mi propio malhumor.
Todo vacío, todo mentira, todo impostura. Tanto que ni siquiera me produce amargura, únicamente hastío, una vez más, un año más.
Tan sólo se salva el concierto de año nuevo, tan brillante y previsible, tan repetido y alegre. El boato, las flores, la Marcha Radetzky. La belleza de la música, la inmutabilidad de lo perfecto.
7 comentarios:
¡Ah, el concierto...!
Acabo de disfrutarlo. Y este año no ha sido tan previsible, aunque sí tradicionalmente alegre.
A mí es que la Marcha Radetzky me llena de energía para varios días. Tendrías que verme aplaudirla. :D
La música se salva de toda impostura.
Leé El arte de la impostura, de Alejandro Dolina. Si lo buscás por internet, creo que lo encontrás.
Me recuerdas a un buen amigo del que hablo muy a menudo.
Ya no espera nada. Cuando nos vemos siempre me dice... Bueno, un día más.
Las cosas, depende desde que ángulo son vistas, pueden ser positivas, neutras o negativas.
Veo que admiras la perfección, yo me embeleso ante una piedra, un árbol, una pequeña flor... y es que son producto de la perfección, y supongo que por eso son tan imperfectos.
Cuando diseño y creo una prenda de vestir, parto de la perfección -soy muy maniático en esto- y la deformo hasta conseguir la belleza.
Un abrazo y buen año.
No sólo se salva eso, neo, no sólo. Lo que tú has descrito son accesorios y pretextos. Pero la amistad, el amor de tu gente o el placer de las palabras bien escritas (como las tuyas) siempre son celebrables. Sea en Navidad, en Año Nuevo o cuando nos de la real gana. Pues eso.
Igual meto la pata, pero últimamente me pongo triste cuando te leo. No sé qué te habrá pasado, por qué o por dónde habrás pasado... si sirve de algo te mando un abrazo.
La cosa es que el cansancio y las decepciones se notan más en contraste con la teórica felicidad navideña.
Eso, y que me había propuesto muy seriamente hacer huelga de navidades, en esta ocasión. Aunque finalmente, me ha podido más la necesidad de contemporizar, y el deseo de no dar más preocupaciones a quien ya va sobrado de ellas.
Pero que tampoco es la cosa tan grave, nada que no se arregle con un buen viaje...
:-)
Disfruta de ese viaje, lo hagas a donde lo hagas. Incluso, aunque no te muevas del sitio...
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