14.9.06

¡Guapa!

No es lo que había imaginado, ni siguiera lo que soñaba, pero lo cierto es que ahora mismo estoy así como enamorado.

Tiene veintiún añitos. Según para quién, puede estar en la flor de la vida, ser una jovencita o un cascajo.

Se encuentra catatónica, y no hay quien la despierte. Ayer por la tarde la llevé al hospital, a ver cómo tiene el corazón. Si se puede salvar, iremos pensando en alguna operación de cirugía estética para dejarla más guapa, o al menos en algo de maquillaje para disimular las arrugas.

Y es que el mundo palidece a su alrededor.


3 comentarios:

Paula dijo...

a mi me parece una monada

Con tanto cariño, seguro que la recuperas y además te lleva tan lejos como quieras, ya verás

Que la disfrutes mucho

pies diminutos dijo...

¡Qué chula!
Mi padre tenía una igual y aún la conserva en nuestra casita del campo. Me encanta!

Anónimo dijo...

Las UCIS hacen maravillas, ya verás