15.12.06

Me gustan las mujeres

Y si cantan, más.

Es la historia de mi vida. En la adolescencia, mis mejores amigos eran mujeres. De hecho, me acabé casando con una de ellas.

Mis profesoras de música son mujeres, y casi siempre lo han sido. En el trabajo, siempre me he llevado mejor con ellas que con ellos (me acuerdo ahora de dos, allá en Madrid, y las añoro).

En un internet predominantemente masculino, mi bloglines es mayoritariamente femenino.

Y últimamente, mis mejores descubrimientos musicales son mujeres que cantan. Una lista:


- Dixie Chicks, Taking the long way. Oí una canción por por ahí, y no hice mucho caso. Me pareció más country-pop de ese que de vez en cuando nos cuelan los yanquis entre tantas otras cosas. Pero cuando leí sobre ellas un poco más -amenazadas de muerte por llevarle la contraria a San Bush con relación a la guerra de Irak-, creí que debía darles una segunda oportunidad. Y el disco está muy bien. Alguna canción es demasiado estándar, pero otras son auténticas preciosidades.


- Dover, Follow the city lights. ¿Dover bailando? ¿Cristina Llanos en plan Madonna? Oh, my God. Y sin embargo, me gusta. Mucho.


- Dayna Kurtz, Postcards from downtown. El nombre parece alemán, pero es americana, y mucho. Tiene un vozarrón potente, muchos fantasmas y pocos complejos. Por lo visto, los baretos de las carreteras del Imperio son suyos. Una mezcla entre Tom Waits y Leonard Cohen, pero en tía. La leche, acojona.


- Rachel Yamagata, Happenstance. Una noche, en un capítulo de Urgencias -a las tantas, vaya horarios- la cara tristísima de Parminder Nagra (qué guapa es, qué ojos) una canción preciosa. Me quedé con el estribillo y la busqué. Vaya preciosidad de disco, cada canción totalmente distinta de la anterior y todas me enganchan.


- Fiona Apple, Extraordinary Machine. Cachondísima, con un sentido musical sorprendente, pasa de lo más disonante a lo más melódicamente conmovedor de un saltito, y te deja pasmao.


- Evanescence, The open door. Ya sé que es un grupo y demás, pero Amy Lee es la que manda, está claro. No podían hacer un disco que me gustase más que el primero. No podían, y por tanto no lo han hecho. Pero al menos no la han pifiao, y canciones cono Lithium valen un disco entero.


Y para terminar, un par de trampas:

- Viktoria Mullova, las partitas para violín solo de Bach. No hay palabras.


- Bruce Springsteen, We shall overcome. Ya sé que es un tío, pero es que es El Jefe. A quien no le guste Springsteen, que escuche este disco. Supongo que está grabado en seudo-directo, y supongo que con muy poco ensayo (confirmado). Canciones clásicas americanas que suenan a taberna de madera, llena de humo y de negros tocando y divirtiéndose.


Otro día seguiré hablando de mujeres, aunque no canten.

1 comentario:

Anónimo dijo...

noto demasiada acritud en un blog elegante e íntimo hasta ahora.

Me parece que hay que estar atentos a los "tics", lugares comunes, tópicos, etc. de la izquierda políticamente correcra. Por eso me parece pobre que un grupo sea interesante porque se opone a Bush ¿qué tiene de meritorio? es lo que se espera de un grupo de rock. precisamente la "contestación" a un sistema del que exprimen la ubre es una de las señas de identidad de los "artistas"

Es más, hoy día se la juega más un Pérez Reverte, un Vargas LLosa o los escasos escritores que denuncian cómo se pisotean los más elementales derechos de los varones por una ley discriminatoria y radicalmente injusta promulkgada en España, se la juegan quien va contra lo políticamente correcto:palestinos buenos/judios malos, reppublicanos fusilados buenos/nacionales fusilados tambien malos

no, no creo que debas caer en las garras del pensamiento débil, porque es antesala de la manipulación


de nada